- Editorial:
- LA PURITA CARNE
- Materia
- Poesía peruana
- Páginas:
- 50
- Encuadernación:
- Rústica
LA MUJER DE LA BESTIA
ORBEGOSO, TERESA
Este libro no necesita contratapa. Como todo poema verdadero habla por sí mismo. Teresa Orbegoso me pidió que escribiera algo que acompañara. Me siento honrada por ese gesto, porque La mujer de la bestia me desacomoda y me deslumbra verso a verso.
Escribo lo que surge, un poco a contrapelo de lo que propone el poema que, como dije antes, no precisa más que de sí mismo y sus lectores.
Sin embargo.
Digo. Un poco al azar un poco al viento. Como una tempestad. Como un rasgar las cuerdas.
El mundo está a punto de desaparecer. El poema lo recibe, lo acoge, dilata el instante final. La poesía es una metafísica instantánea escribe Gaston Bachelard-. En un breve poema debe dar una visión del universo y el secreto de un alma, un ser y unos objetos, todo al mismo tiempo.
La mujer de la bestia sostiene. Los restos, las ruinas. Gesta y amamanta la destrucción. Ama al destrozado. Dentro de sus ojos alguien sufre. La totalidad del libro materializa y sostiene en el lenguaje la fugacidad del fin. La mujer, empoderada, recibe el desastre. Y lo retiene. El mundo, en su etapa final, es arrullado arrollado- en el poema. El hombre la bestia-, en su regreso a la semilla, será rehabilitado por la mujer. El hombre destruye, la mujer resarce. El mundo se arrodilla ante el poema.
Cuando todo se ha oscurecido entibia Maurice Blanchot-, reina el esclarecimiento sin luz que anuncian ciertas palabras.
María Malusardi