La asombrosa correspondencia pasional de quince grandes escritoras y las historias amorosas que las inspiraron, por la ganadora del Premio Planeta. «Quiero escribirte esta noche una carta de amor», escribe Katherine Mansfield al amante que más tarde se convertiría en su marido. A través de sus cartas, inéditas hasta ahora en español -al igual que muchas otras que recoge este libro-, su voz más íntima se une a la de otras grandes escritoras que sintieron la urgencia de revelar lo inconfesable, el poder del deseo, la insoportable incertidumbre, la desesperación, el dolor de una pasión no correspondida o la inmensa felicidad de amar y ser amado. La abadesa Eloísa de Argenteuil, ya en el siglo XII, se enfrenta al Infierno por escuchar a su carne; Simone de Beauvoir se empeña en destruir cualquier rastro burgués en el amor y en la vida; Ninon de Lenclos rechaza todos los tópicos sobre el arrebato amoroso; la romántica George Sand busca morder el amor hasta sangrar; la madre del feminismo, Mary Wollstonecraft, está dispuesta a ceder todas sus libertades -e incluso a acabar con su vida- si no consigue la entrega de su ser adorado; también la brillante y talentosa Charlotte Brontë implora el afecto de un hombre casado y espera la respuesta a sus cartas más que un mendigo un trozo de pan. Mientras María Zambrano vuelca en las cartas a un amor de juventud su anhelo de matrimonio, Marina Tsvietáieva busca en el amor sin límites la fuente de su inspiración poética o Julie de Lespinasse es capaz de amar al mismo tiempo y con igual intensidad a dos hombres, Emilia Pardo Bazán se revela con gran sensualidad y sexualidad escribiendo a Galdós, y lucha por mantener en secreto su relación... Ángeles Caso nos presenta estas cartas reveladoras y fascinantes, y nos cuenta en las biografías de cada autora -una suerte de «micronovelas»- las historias que les dieron origen: un mapa de la sensibilidad femenina a lo largo de la Historia, una inspiración para escribir cartas de amor, y para amar -e incluso para dejar un amor que nos destruye. Un libro para leer, releer y atesorar. La crítica ha dicho...
«Una inspiración para escribir, para amar, e incluso para dejar un amor que nos destruye.»
Semana «Ángeles Caso nos muestra la fragilidad y vulnerabilidad del ser humano ante uno de sus mayores anhelos en la vida: amar y ser amado. [...] Un libro conmovedor y hermoso que recuerda cómo el amor es el misterio sobre el que el ser humano avanza en la vida en medio de luz, penumbra u oscuridad.»
Santiago Vargas, The Huffington Post «Un libro espléndido. Las cartas de amor aquí reunidas no son cartas de seducción (una carta de amor nunca lo es), son cartas de rendición, de entrega absoluta, [...] piezas literarias de altos vuelos, literatura de la importante, de la que te salva. [...] Así que si la vida les parece a ratos demasiado insoportable o chabacana o si temen la llegada de las Navidades y todo lo que conllevan, ya tiene un posible remedio: abrir este libro por cualquiera de sus páginas.»
Milena Busquets, El Periódico «Caso filtra el amor con las mejores plumas de la historia.»
Charo Lagares, Marie Claire «Una más que sugerente propuesta.»
Carmen R. Santos, ABC «Los que todavía nos embriagamos con el olor de los libros en papel, quedamos embelesados ante manuscritos de otros tiempos o intentamos leer alguna postal o carta desgastada por el tiempo nos sentiremos atraídos por este libro. [...] Leer este texto supone un viaje a través del tiempo, gratificante y de gran placer para el lector; y una reflexión sobre la humanidad y el amor.»
Maria Antich, Diario de Mallorca «Acceder a los textos íntimos de estas escritoras es un privilegio: cada una se muestra en el amor como en su obra, con su estilo y su voz. [...] Un catálogo de relaciones, una cronología universal de los amantes: profundamente enternecedor.»
Aloma Rodríguez, El Mundo (La Esfera de Papel) «Ángeles Caso presenta con una prosa brillante a protagonistas rebeldes, luchadoras, sufridoras y geniales. [...] Quince mujeres para un libro espléndido y necesario y de lectura gratificadora y edificante.»
Fulgencio Argüelles, El Comercio